MESSI

EL RELOJ
                                                            estebanbecker

FENÓMENO FENÓMESSI!!

Messi lidera un equipo que juega al fútbol como los ángeles. Un team que juega para él, pero donde además él juega para el colectivo, lo que los hace más poderosos. Es la gran ventaja de jugar con amigos.
Tomala vos- dámela a mí: Fútbol de toque, controles y pases. Pases cortos y fuertes. Al pie o en carrera. Tres cortas y una larga. Pases diagonales. Verticalizaciones aceleradas. Piques al vacío.
Juega dis-fru-tan-do  de cada pared con Iniesta,  Xavi, Césc, Pedro, Alexis o Villa, sus socios de juego. El equipo juega bien, gusta  y gana. Sus futbolistas se apoderan literalmente del balón y hacen estéril cualquier intento del virtual opositor. El mismo Messi inicia un pressing de acoso y derribo cuando pierden la posesión del esférico. Y también es feliz por ello tanto como regateando, pasando o marcando goles. Cada encuentro da un recital de detalles técnicos. Gambeta endiablada, conducción superior con balón besando su bota izquierda, acariciando la pelota con interior o exterior del pie en un sinfín de fintas,  amagues y quiebros. Cabeza alta, visión periférica, eléctricos cambios de ritmo. Verticalidad. Portería rival entre ceja y ceja. Directo al objetivo. Imparable. Es compromiso, generosidad, virtuosismo, afán de superación, hambre y ambición. Intuitivo en el área,  llega siempre al compromiso con el gol definiendo ajustado, de vaselina sutil o después de dejar en el camino todo un tendal de defensas.
Fútbol callejero: Messi tiene toda la picardía que experimentó en los polvorientos potreros de Rosario, pero es futbolista de Escuela, de La Masía, la prolífera cantera blaugrana  que sigue apostando por diamantes en bruto de medio mundo. Cantera sobre cartera. Amor al escudo, sentimiento de pertenencia a la entidad.
Falso nueve: lleva registros de ariete puro para un futbolista de contextura pequeña.
¿De qué juega Messi? Lo hemos visto de falso extremo derecho, alguna incursión por la izquierda, pero su demarcación actual es la de “falso punta con libertad de movimientos”, un “9 mentiroso”.Quién diría que un jugador de baja estatura, sin “pinta” de centrofoward, haya superado en número de goles al mítico Kubala (195 goles) y esté al alcance del máximo goleador en la historia del Barça, el Pichichi César (235).
Entrenamiento invisible: Lo juega todo. Ansía, necesita y desea saltar al césped, pero debe cuidarse. Los viajes agotan. El Jet- lag derrumba. Messi debe cumplir a rajatabla con los principios de entrenamiento (trabajo- alimentación- descanso- etc) para poder seguir brillando a la altura que lo hace. Es fuerte, pero no es de acero. Lo matan a patadas (única forma de pararlo); lo agarran, lo empujan y pegan, y aunque es una anguila escurridiza, un mal día lo van a dañar. Jueces y estamento arbitral tienen que defender a estos prodigios del balompié. Y si por un casual la falta es en el área...
Estamos hablando de un futbolista honrado, humilde, que no se tira nunca.
Celeste y blanca: Argentina ha descuidado en demasía su fútbol. El don más preciado, la TÉCNICA, está en descubierto. Pretende ser lo que antes era España:  furia, raza y garra; huevo y corazón, preparación física y táctica. Mientras, La Roja apostó por una idea- modelo  de juego basado en la técnica y ahí el resultado.  Creo que si se confía en Alejandro Sabella (dejarlo trabajar, por favor)  de la mano de Messi, puede hacer algo interesante: volver a “STAR” en la élite mundial. No basta con buenos jugadores, ni con  besar las dos estrellas en el corazón.  Hacen falta, entre otras cosas,  actitud 10,  nobleza y excelentes futbolistas implicados en la empresa. Formar un equipo capitaneado/ liderado por el FUTBOLISTA más determinante que existe en el fútbol actual. Inteligencia. Lectura del juego. Talento puro. Magia sublime. Zurda divina. Fantasía y espectáculo. Corazón y cerebro. Es Lionel Messi, nuestra FIESTA DE DOMINGOL.



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