El Reloj: TAC TIC @mente

                                         Esteban Becker

Marzo 2012

Globalización

Bien sabemos que el mundo está revuelto;  que los beneficios son para pocos y las penas para muchos. Mientras unos son explotados otros no paran de llenar sus arcas.

Me da pena y hasta cierto asco que los que transitamos normal  o decentemente bien en este mundo desigual, no valoremos lo que tenemos, dónde vivimos y lo privilegiado que somos. Así y todo vivimos quejándonos.

Somos una minoría los que todos los días , no sin esfuerzo, podemos brindarle unas comodidades a nuestros hijos. Pero el mundo entero no funciona tan ricamente.

No niego que los viajes a Asia representen un capital tan necesario, como jugoso y suculento. Equipos europeos y americanos hacen la “Gira asiática”y vuelven forrados. Me parece bien, así está el mercado, hay una oferta, una demanda, un acuerdo y a facturar...

Nada que objetar a los negocios galácticos, pero me queda en el tintero la desigualdad en la que viven esas cosedoras asiáticas, con jornadas laborales de dieciséis horas por un sueldo mensual inferior al coste de la camiseta que ellas mismas cosieron, que tuvieron en sus manos y que en cualquier ciudad del mundo capitalista en estos mismos instantes está pagando cualquier chiquillo.

¿ Y el fútbol que tiene que ver? ¿y el fútbol qué tiene que ver?

Tiene que ver porque de  los equipos que viajan al continente asiático, muchos de sus futbolistas conocen muy bien lo que es vivir en la marginación y en la indigencia y me molesta que  ninguno de ellos levante la voz por los miserables. Está muy bien recibir cantidades cuantiosas de las multinacionales, pero recuerden que lo hacen a costa de explotar niños y mujeres coreanas, tailandesas, pakistaníes...

Si luchamos por un mundo mas justo, los idolatrados futbolistas podían haber bajado de la galaxia por cinco minutos y dar un capote de ayuda a los conciudadanos asiáticos terrícolas.